Para empezar, retiramos los restos de maquillaje y las impurezas que pueda tener tu piel.
PASO 2: EXFOLIACIÓN (PEELING) Desincrustamos las impurezas más profundas, mediante un peeling o exfoliación.
Abrimos los poros y puntos negros, para ablandar los comedones y los microquistes con ayuda del vapor de ozono. Esto marca la diferencia, a la hora de tratar mejor la piel. Por eso cuando te extraes los puntos negros en casa, cuesta más y es mucho más agresivo y doloroso que cuando te lo hacemos en Almoraima.
Sacamos los indeseados puntos negros sin dañar la piel, con mimo, cuidado y pericia.
Finalizada la extracción, cerramos los poros, los cauterizamos y oxigenamos la piel, para descongestionarla y desinflamarla. Ya que tenemos todo el cuidado y la delicadeza del mundo, con cualquier proceso de higiene facial la piel se cansa y se resiente un poco.
Hacemos un extenso y placentero masaje sobre le rostro, el cuello y el escote para devolverle la tersura a tu piel, y para que te relajes.
El último paso consiste en nutrir la piel. Para ello aplicamos la mascarilla más adecuada al tipo de piel a baso de principios activos naturales para reequilibrarla y que te sientas bien.
Tras realizarte una limpieza facial consigues que tu piel esté firme, lisa, completamente limpia; y se produzca una mejora notable: tu cutis pasa de estar apagado, reseco y graso a estar suave, brillante y saludable